El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, más conocido como TDAH, puede presentarse a veces con numerosos signos y síntomas. Sin embargo, como el TDAH es una afección neurodivergente compleja que puede afectar a las personas de forma diferente, dos individuos con el mismo diagnóstico pueden presentar síntomas distintos.
Los síntomas del TDAH pueden presentarse de diversas formas y niveles, dependiendo de varios factores, como la cantidad de sustancias químicas que produce el cerebro para funcionar correctamente. Algunas de las sustancias químicas (neurotransmisores) implicadas son la dopamina y la norepinefrina.
Hay que tener en cuenta que el TDAH afecta a la función ejecutiva del cerebro, que contribuye a las habilidades mentales que ayudan a la concentración, la atención y la memoria. Algunos de los síntomas afectan positivamente a la persona, otros pueden tener un impacto negativo.
¿Qué síntomas del TDAH debes tener en cuenta? ¿Cómo afectan a tus actividades de la vida diaria y a tus interacciones sociales? Responderemos a estas preguntas en las siguientes secciones.
Según el DSM-5, o 5ª edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, basta para diagnosticar TDAH en un adulto que éste presente al menos cinco síntomas o rasgos de hiperactividad-impulsividad o falta de atención. Los síntomas deben estar presentes durante al menos 6 meses y deben ser inadecuados para el nivel de desarrollo de la persona. Los síntomas de hiperactividad e impulsividad también deben presentarse "hasta el punto de ser perturbadores".
Lo más probable es que el TDAH infantil comparta síntomas con el TDAH de los adultos. Sin embargo, la intensidad de los síntomas que experimentan puede ser más distinguida, ya que los niños se encuentran en la etapa de crecimiento y desarrollo. Algunos rasgos del TDAH pueden ser más elaborados en los niños, como las dificultades de aprendizaje y la escasa capacidad de escucha. Pero no hay que olvidar que los adultos jóvenes o las personas plenamente maduras también pueden experimentarlos.
Conocer los síntomas del TDAH puede ayudar a evitar diagnósticos erróneos. Hay varias comorbilidades que pueden solaparse con los síntomas del TDAH. Esto puede complicar aún más la evaluación y el tratamiento o causar un efecto negativo en la persona. Por ejemplo, las enfermedades mentales, como los trastornos de ansiedad o los trastornos del estado de ánimo, pueden concurrir en una persona y potencialmente enmascarar sus rasgos de TDAH. El tratamiento del TDAH en adultos puede verse afectado si estas cosas se pasan por alto y no se consideran bien.
Dicho esto, ¿qué síntomas del TDAH debería investigar?
Puede haber casos en los que un adulto con TDAH interrumpa la conversación (se entrometa) y comparta sus pensamientos. Este síntoma del TDA/H suele caracterizarse por falta de atención, hiperactividad y falta de concentración en el asunto que se está tratando.
Interrumpir a alguien mientras habla puede ser un mal hábito del TDA/H que puede ofender a la persona con la que se está hablando. Aunque no sea nuestra intención interrumpirles en lo que están diciendo, pueden sentir que no estamos respetando sus pensamientos e ideas, lo que da lugar a malentendidos y a más problemas.
Como persona con TDAH, he experimentado este síntoma un par de veces. 😅 De vez en cuando, interrumpo a otras personas mientras hablan y les digo lo que tengo en la cabeza. La hiperactividad de ideas dentro de mi cabeza es a veces tan abrumadora que tengo que compartirlas con la persona con la que estoy hablando. Ser olvidadizo también puede desempeñar un papel importante en este síntoma, ya que quiero expresar mis ideas antes de que se me olviden.
¿Cómo podemos gestionar eficazmente este síntoma del TDAH? Cuando hables con alguien con quien te sientas cómodo, puede ser útil decirle de antemano que tiendes a interrumpir la conversación debido a tu TDAH. También puedes disculparte cada vez que sientas el impulso de interrumpirles y pedirles que continúen si alguna vez "te entrometes". Esto ayudará a dar a entender que lo que tienen que decir es tan importante como tus pensamientos.
¿Te ha pasado que pasas horas buscando algo y al final lo encuentras en un lugar extraño? A mí me pasó. Una vez busqué mi teléfono móvil y me pasé casi todo el día buscándolo.
¿Por qué? Verás, en el proceso de buscarlo, observé que mi planta necesita riego, hay un montón de correos sin abrir en mi buzón, y aparentemente tengo otras tareas no relacionadas con mi búsqueda. Al final, encontré mi celular dentro del refrigerador, y no recuerdo cómo llegó ahí. 😱 Me llevó varias horas y unas cuantas tareas sin realizar antes de encontrar mi smartphone.
Perder o extraviar cosas puede ser comúnmente experimentado por alguien con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Los individuos con TDAH tienden a perder sus teléfonos, llaves, carteras y otras cosas cotidianas, potencialmente debido a los niveles de dopamina.
Uno de los principios relacionados con los síntomas del TDAH de ser olvidadizo y perder cosas es la Permanencia de Objetos. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, la permanencia de objetos es la capacidad cognitiva de comprender que los objetos siguen existiendo aunque no se puedan ver, oír o sentir.
Un adulto con TDAH puede tener dificultades para comprender que un objeto sigue existiendo aunque no esté en su campo visual. Esto significa que pueden tener problemas para recuperar o encontrar cosas que no son explícitamente visibles, por lo que dedican demasiado tiempo y frustración a la búsqueda de estos objetos.
Muchas personas con TDAH tienen dificultades para distraerse con facilidad. Cualquier cosa que nuestra mente considere interesante puede actuar como un imán: puede desviar nuestra atención de la tarea que estamos realizando. Y la cosa no acaba ahí. El sistema sensorial del cerebro está tan agudizado que incluso puede oír un sonido ruidoso procedente de algún lugar o notar cosas que no son deseables para nadie.
Estas pequeñas cosas pueden afectarnos significativamente y distraernos de lo que estamos haciendo en ese momento. En otras palabras, las distracciones no van bien con el TDAH. Las distracciones pueden afectar negativamente a nuestra productividad e impedirnos hacer cosas que nos ayuden a mejorar.
Para manejar este síntoma del TDAH, preparo un horario y un calendario de las actividades que tengo que realizar en el día. Pero incluso el hecho de crear un horario puede ser un reto porque mi mente tiende a divagar mucho.
Recuerda que no es culpa nuestra. Distraerse con facilidad forma parte de nuestras características de TDAH. De alguna manera, nuestro cerebro hiperactivo está predispuesto a todo lo interesante, aunque no sea beneficioso para nosotros, y puede hacernos procrastinar incluso cuando hacemos algo importante.
Una persona con TDAH puede experimentar impaciencia mientras espera. La sensación de estar "atascado" es algo que podemos odiar tener. Podemos sentir la frustración cuando estamos esperando a una persona, un evento programado o algo que esperamos hacer. Tenga en cuenta que tener problemas para esperar es un síntoma oficial del TDAH.
En mi caso, lo que siento cuando espero a alguien o algo durante demasiado tiempo es fastidio. Es más, puede que tarde un tiempo en recuperarme de la tristeza o el enfado que siento por esperar demasiado. Personalmente, está bien esperar siempre que reciba alguna actualización en el proceso. La expectación que siento mientras espero sin actualizaciones a veces me provoca ansiedad, lo que puede hacer que me resulte imposible pasar a otra cosa.
Sé que incluso las personas neurotípicas pueden tener problemas con la espera, y que ellas también pueden impacientarse a veces. Pero en el caso de los adultos con TDAH, puede verse agravado por otros síntomas, como problemas de concentración, inquietud extrema e incapacidad para manejar las emociones. Para una persona neurotípica, puede parecer fácil esperar entre 15 y 30 minutos más, pero para muchos adultos con TDAH, puede parecer una eternidad. 😭
"¡Oh! ¡Mira, hay un piano, y con descuento!".
Todavía recuerdo la sensación de agobio que tuve cuando vi el siguiente pasatiempo al que iba a entrar. Cuando vi el piano rojo con un diseño interesante, inmediatamente cogí mi bolso, fui al mostrador y les dije que lo compraría. No he tenido la oportunidad de planear dónde lo pondré, simplemente sabía que tenía que comprarlo.
La alegría que sentí fue inmensamente satisfactoria, pero solo al principio. 🥺
Ser impulsivo es un síntoma del TDAH que puede ser problemático si no se maneja adecuadamente. La impulsividad significa no pensar o planificar a fondo antes de actuar o hablar.
Algunas personas con TDAH pueden sentir esta necesidad de actuar inmediatamente incluso sin pensar en las consecuencias porque de alguna manera ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad. La impulsividad también puede evitar que suframos Parálisis por Análisis, en la que nos quedamos congelados cuando se nos presentan opciones. Sin embargo, aunque la impulsividad puede ayudarnos con la parálisis por análisis, los resultados tras la decisión no siempre son positivos.
Hay muchas formas de controlar la impulsividad provocada por el TDAH. Por ejemplo, leyendo artículos relacionados con el TDAH aprendí que nuestro impulso de comprar cosas sin pensarlo dos veces puede controlarse si pensamos que no es una tarea urgente. Eso significa que puedo comprarlo, pero también puedo posponerlo unos días o semanas.
Antes de comprobar mi cesta, especialmente en algunas de mis aplicaciones móviles, las retengo durante unos tres días. Para entonces, mi impulsividad puede desaparecer, lo que me permite decidir adecuadamente si realmente necesito comprar esas cosas.
Leer documentos fiables puede ayudar a superar la impulsividad. Por supuesto, nada mejor que ponerse en contacto con un profesional de la salud mental.
La sobrecarga sensorial es otra de las cosas que podemos experimentar con el TDAH. Hay momentos en los que tenemos un sentido exacerbado. Puede ser el gusto, el tacto, la vista, el oído o el olfato, que pueden acentuarse hasta el punto de producirnos malestar y frustraciones. Algunas personas con TDAH pueden volverse demasiado sensibles cuando les llega un olor particular, hay un sonido repetitivo o sienten una textura concreta.
Además de distraer, la sobrecarga sensorial también puede provocar problemas de sueño. Por supuesto, hay varios factores que pueden contribuir a los problemas de sueño. Sin embargo, ser más sensible a los factores ambientales puede provocar trastornos del sueño. Ser sensible a la luz, irritarse fácilmente por el ruido de fondo o tener dificultades para adaptarse a la temperatura ambiente son algunos de los síntomas de sobrecarga sensorial que pueden afectar al sueño.
Muchas personas con TDAH son susceptibles a los estímulos sensoriales. A veces, la sobrecarga sensorial aparece cuando estos estímulos se convierten en demasiado para nosotros. Es difícil controlar este síntoma del TDAH y, a veces, la única forma de superarlo es eliminar los estímulos abrumadores.
En mi caso, soy sensible a los perfumes fuertes. Tengo que adaptarme a estos estímulos para funcionar bien. Me alejo de las personas que tienen un olor fuerte, y no uso fragancias que sean abrumadoras para mis sentidos.
Cuando mantengo una larga conversación con alguien, pueden ocurrir dos cosas. O le interrumpo y comento algún detalle de nuestra conversación, o me desconecto e imagino cosas, como si estuviera relajándome en la playa y tomando un buen cóctel. Si ocurre esto último, suele ser porque no me interesa lo suficiente lo que estamos hablando.
Este síntoma del TDAH puede ser muy problemático porque, si no se maneja adecuadamente, crea problemas con las personas con las que nos comunicamos a diario. Verás, yo mismo estoy bajo el radar de este síntoma del TDAH, y a veces me pongo ansioso cuando hablo con alguien porque puede haber momentos en los que me desconecte. Comprendo que puedan ofenderse cuando sólo hago guiños e interjecciones ocasionales.
Pero este síntoma del TDAH puede mejorarse siendo más conscientes de lo que nos rodea, practicando la atención plena y manteniéndonos alejados de las distracciones.
El último síntoma del TDAH del que hablaremos es la dificultad para mantenerse organizado. Aunque tenga una lista de tareas para organizar o limpiar la casa, no me resulta fácil mantenerme organizada. A pesar de la agenda, mi mente puede divagar por las muchas tareas pendientes, como correos electrónicos sin abrir y mucho papeleo.
Algunos dicen que las personas con pensamientos y cosas desorganizadas tienen un coeficiente intelectual alto. Pero, mientras otros consideran que ser desorganizado es un signo de inteligencia, también puede ser un síntoma de TDAH. Las mentes hiperactivas de algunas personas con TDAH suelen mantenerlas desorganizadas.
Yo, por ejemplo. Hay veces que no sé por dónde empezar a hacer las cosas y cómo terminarlas porque tiendo a hacer muchas otras tareas no relacionadas entre sí. Sentirse abrumado por la sensación de desorganización es habitual en algunas personas con TDAH.
Estos son sólo algunos de los síntomas del TDAH que puedes experimentar; recuerda que hay otros síntomas que no aparecen en la lista anterior. Lo mejor que puedes hacer es buscar ayuda profesional, someterte a una evaluación del TDAH, tomar la medicación o el tratamiento adecuados y diseñar un estilo de vida saludable que te ayude a sobrellevar los signos y síntomas.
En lo que a mí respecta, hago todo lo que puedo para atenuar el impacto de estos síntomas manteniendo una actitud positiva, manteniéndome alejado de demasiadas distracciones y buscando orientación de profesionales.
Una vez más, recuerde que los síntomas del TDAH enumerados anteriormente no son todo lo que hay cuando se trata del TDAH. Según la Asociación Americana de Psiquiatría, hay más síntomas básicos del TDAH. A menudo se clasifican en dos grupos desde una perspectiva clínica, los que representan la falta de atención y los otros, que representan la hiperactividad-impulsividad.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), antes conocido como Trastorno por Déficit de Atención (TDA), puede diagnosticarse fácilmente si se conocen los síntomas del TDAH. Existen guías de autoayuda en Internet que le ayudarán a evaluar y comprender sus síntomas y a superar rápidamente el diagnóstico del TDAH. Es posible que un especialista en TDAH tenga que hacerte varias preguntas sobre tus experiencias y cómo te encuentras.
Si aún no estás preparado para que te diagnostiquen TDAH, no pasa nada. Mientras tu salud mental no se vea totalmente afectada y tu forma de vida no se vea muy obstaculizada por el patrón persistente de estos síntomas del TDAH, entonces puede ser bueno. Puedes seguir controlando tu TDAH y llevar una vida feliz y satisfecha.
Sin embargo, supongamos que las cosas se te van de las manos, y crees que estos síntomas del TDAH afectan significativamente a tu forma de vivir, y corres un mayor riesgo de tener baja autoestima. En ese caso, hablar con tu profesional de salud mental puede ser un comienzo para ayudarte con tu condición. Puedes empezar a investigar sobre el entrenamiento en meditación de atención plena, la terapia cognitivo-conductual y cosas para mejorar tu funcionamiento ejecutivo para saber más sobre cómo ayudarte a ti mismo con tu TDAH.
Los síntomas del TDAH pueden variar de una persona a otra. Además, hay tres tipos de TDAH: Predominantemente Hiperactivo-Impulsivo, Predominantemente Inatento y Tipo Combinado de TDAH. Estas categorías tienen diferentes síntomas para los adultos con TDAH.
Sí, pueden. Las comorbilidades son otras afecciones de salud mental que pueden coexistir con el TDAH. Por ejemplo, el TDAH y Los Trastornos de Ansiedad pueden presentarse juntos y tener síntomas superpuestos, lo que afecta sus síntomas y diagnóstico. A veces pueden producirse diagnósticos erróneos si se pasan por alto estos rasgos.
Existen diferentes enfoques para tratar los distintos rasgos y síntomas del TDAH. Se puede empezar con un estilo de vida saludable y algunas técnicas de autocuidado que ayuden a concentrarse y calmarse. Si es necesario, se pueden tomar medicamentos para el TDAH bajo la estricta orientación de su médico. También existen distintos tipos de terapia, como la terapia cognitivo-conductual, que pueden ayudarte a comprender y cambiar tu forma de pensar y actuar.