Las investigaciones sugieren que la población de niños con TDAH es mayor de lo que se pensaba en un principio. El TDAH afecta a entre el 3 y el 5 por ciento de los niños en edad escolar, es decir, a más de 2 millones de niños en edad escolar en Estados Unidos. La gran mayoría de estos niños son varones, pero la proporción de sexos es más significativa entre los preescolares. Estos niños se caracterizan por presentar síntomas de TDAH como falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Sin embargo, aparte de estos problemas comunes de tener un cerebro con TDAH, hay una lucha mucho más inquietante que un niño con TDAH puede encontrar a veces.
Uno de los rasgos exacerbantes del TDAH es que a veces puede afectar a los hábitos alimentarios del niño. Varios estudios han demostrado que existe una relación entre ser quisquilloso con la comida y el TDAH.
Los melindrosos con la comida son niños o adultos 🙋♀️ con hábitos alimentarios selectivos en los que los alimentos consumidos son limitados en cuanto a variedad, sabor o textura. El principal problema de ser quisquilloso con la comida es que el niño carece de los nutrientes necesarios para el día a día.
Además, tienden a ser pasivos con lo que comen. Esto significa que son reacios a probar nuevos alimentos y, si se les obliga, tardarán más de lo normal en hacerlo. El problema subyacente de los hábitos alimentarios selectivos es que la nutrición que obtienen de sus comidas es relativamente baja. A veces se saltan los alimentos nutritivos por algo de sabor más familiar.
Hay muchos niños, incluso sin TDAH, que pueden tener problemas con la alimentación selectiva. A veces se inclinan más por alimentos que sus papilas gustativas encuentran favorables, como alimentos azucarados y comidas con las que ya están familiarizados.
A veces, la asociación negativa con el color, las características, la textura o el aspecto de los alimentos puede hacer que algunos niños con TDAH no prueben nunca a comerlos 🥺. Por ejemplo, cuando a un niño con TDAH no le gusta el olor de un queso de leche totalmente pasteurizada, es posible que su defensividad sensorial no le permita probar nada que pueda asociarse con el queso en general.
El TDAH y el ser quisquilloso con la comida pueden estar asociados a la actividad dopaminérgica del cerebro. Los niños con TDAH son propensos a tener niveles bajos de este neurotransmisor. Esto significa que los niños con TDAH suelen preferir alimentos con altos niveles de grasa o azúcar porque provocan un "subidón de dopamina".
Por supuesto, el nivel de dopamina no siempre es la causa, pero se asocia a los comedores selectivos.
La alimentación selectiva no es exclusiva de los niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Hay casos en los que estos niños crecen, pero siguen teniendo los hábitos alimentarios que desarrollaron cuando eran pequeños.
El hecho de ser quisquillosos con lo que comen puede significar que a menudo tengan que preparar comidas especiales. Al fin y al cabo, los padres quieren que sus hijos coman. Sin embargo, si la alimentación selectiva no se aborda desde el principio, pueden surgir más problemas psicológicos. 😭
Existen comorbilidades específicas que pueden asociarse a los comedores selectivos. A veces, la alimentación selectiva puede ser sintomática de un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y de trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa. Estos niños pueden obsesionarse con ciertos alimentos a la vez que restringen su consumo de otras fuentes de alimentos disponibles. La alimentación selectiva también se asocia a depresión, ansiedad social e incluso al empeoramiento de los síntomas del TDAH.
Hay que tener en cuenta que la alimentación selectiva no significa automáticamente que el niño vaya a padecer los trastornos mentales mencionados. Pero, una deficiencia de nutrientes a largo plazo provocada por una alimentación selectiva puede conducir a otros problemas de salud. 😨 Por eso, los padres de niños con TDAH deben abordar los hábitos alimentarios selectivos antes de que se conviertan en algo más grave.
Los médicos creen que la alimentación selectiva puede reducirse al mínimo siempre que los padres sepan cómo manejar la selección de alimentos de sus hijos. Por ejemplo, los padres pueden tomar el control de la situación reduciendo la exposición a los alimentos favoritos a cambio de exponerlos a nuevos sabores, texturas y tentempiés saludables.
A continuación se indican varias medidas que los padres pueden tomar para evitar que los niños comedores selectivos tengan una mala asociación con la comida en general, especialmente si se trata de un niño con TDAH:
Tratar con niños -o incluso con adultos- quisquillosos con la comida tiene sus dificultades. Sin embargo, conviene recordar que los niños aprenderán a probar cosas nuevas a su debido tiempo y que pronto se acostumbrarán a ver alimentos diferentes que pueden formar parte de su dieta saludable. La experiencia sensorial que acabarán encontrando puede serles útil para explorar más las preferencias de su paladar a la hora de saciar su hambre. A medida que crezcan, los niños acabarán superando el miedo a probar cosas nuevas y empezarán a disfrutar de su tiempo con la comida. ❤️
Ser quisquilloso con la comida no es un signo o síntoma oficial de TDAH. Sin embargo, los expertos coinciden en que ambos están estrechamente relacionados, ya que muchos niños con TDAH también son quisquillosos con la comida.
Los expertos han descubierto una relación entre la dopamina y el ser quisquilloso con la comida. Muchos niños y adultos con TDAH tienen niveles bajos de dopamina. Por eso prefieren los alimentos azucarados, que pueden provocar un aumento de dopamina. Además, los síntomas del TDAH, como la sobrecarga sensorial y la facilidad para distraerse, también pueden afectar a los hábitos alimentarios.
Es fundamental abordar el problema desde el principio porque puede afectar a la nutrición del niño. Ser quisquilloso puede provocar carencias de nutrientes, que a su vez pueden causar problemas de salud. Además, el picoteo está asociado a otros trastornos mentales, como la ansiedad, la depresión y la anorexia nerviosa.