Lidiar con un cerebro TDAH 🧠 suele ser tan complicado como sus síntomas y rasgos. Naturalmente, es necesario comprender el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en su conjunto para gestionar las luchas que conlleva. Saber más sobre este trastorno neurodivergente, especialmente sobre el desarrollo y el funcionamiento del cerebro de las personas con TDAH, es esencial para su tratamiento.
Cuando se comprende la actividad cerebral de las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, se es más consciente de por qué actúan y piensan de maneras específicas👌. Comprender estos conceptos también ayuda a crear nuevos hábitos y rutinas que trabajan con el cerebro en lugar de contra él.
Recuerda: tratar el TDAH puede plantear algunas dificultades, pero no es imposible. Así que anímate. En nuestra discusión, las cosas pueden volverse técnicas, pero no llegaremos a los detalles hasta el nivel de las células nerviosas, así que no te preocupes. Al final, es bueno saber lo esencial de cómo funciona un cerebro con TDAH.
Cuando sepamos más sobre las estructuras cerebrales de una persona con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, podremos entender mejor cómo este trastorno del neurodesarrollo puede dar lugar a síntomas de falta de atención, problemas de conducta, desregulación emocional y otros síntomas del TDAH.
Según los expertos, la estructura y función cerebral de una persona adulta con TDAH puede ser diferente de la de un adulto neurotípico🤔.
Sé que este tema puede volverse un poco científico y desencadenar una sobrecarga de información, pero haré todo lo posible por explicar las estructuras cerebrales y sus funciones en términos más sencillos. Conocer la anatomía básica de nuestro cerebro TDAH puede ayudarnos a entender mejor cómo funciona, lo que puede ayudarnos aún más en el manejo de nuestros síntomas de TDAH.
Cuando los profesionales de la salud mental quieren saber más sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, sólo se basan en hechos🙌. Además de los informes anecdóticos sobre los síntomas del TDAH, la investigación experimental y los estudios revisados por pares, también se remontan al desarrollo del cerebro. En muchos casos, se centran en las diferencias entre la estructura cerebral de las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y las personas neurotípicas.
Según los informes, la estructura y función cerebrales de las personas adultas con TDAH difieren enormemente de las de un individuo neurotípico. Estas diferencias cerebrales pueden observarse y estudiarse mediante pruebas como resonancias magnéticas, tomografías por emisión de positrones y tomografías computarizadas. Todas ellas son tipos de pruebas de imagen capaces de producir imágenes de las distintas partes del cerebro. Con ellas, podemos ver las estructuras cerebrales y observar si hay algún hallazgo significativo.
Por ejemplo: ciertas áreas de los escáneres cerebrales de adultos con TDAH pueden parecer diferentes, como las diferencias de volumen y las vías neuronales, en comparación con los escáneres cerebrales de individuos neurotípicos😨.
El lobulo frontal, o la parte anterior del cerebro, es la vasta zona responsable no sólo de nuestro control motor, sino también de las funciones ejecutivas, incluidas las capacidades de resolución de problemas, el razonamiento, la atención, la creatividad, la regulación emocional y la memoria a corto plazo. En otras palabras, el lóbulo frontal nos ayuda a planificar, organizar y terminar tareas.
Ahora bien, tenga en cuenta que una persona con TDAH a menudo experimenta problemas con estas funciones ejecutivas, lo que le dificulta empezar o terminar una tarea, recordar cosas o incluso tomar decisiones. Esto indica que el lóbulo frontal puede tener algo que ver con el TDAH y sus síntomas. Aprenderemos más sobre ello dentro de un rato.
El lóbulo frontal puede dividirse en secciones más pequeñas y está conectado a otras áreas. Esto también significa que cada sección y área a la que está conectado puede tener algún tipo de conexión con al menos un síntoma o rasgo del TDAH. No te preocupes, cubriremos sólo algunas cosas.
El Córtex Prefrontal es el área de nuestro cerebro que nos ayuda con la atención, el comportamiento y las emociones. Según la Biblioteca Nacional de Medicina, el hemisferio derecho de la corteza prefrontal de las personas con TDAH puede ser más pequeño que el de los individuos neurotípicos, lo que podría afectar a nuestra capacidad para mantener la concentración y regular las emociones. Por lo tanto, en los momentos en los que sientes que tienes una crisis o no puedes controlar tu ira, el córtex prefrontal podría ser la razón🥺.
Los Ganglios Basales, una zona muy conectada con el lóbulo frontal, son responsables de nuestra conectividad funcional y coordinación motora. Una de sus partes, el núcleo caudado, envía mensajes a los lóbulos frontales y parece informarnos de que algo va mal y de que tenemos que hacer algo al respecto: ¡Cierra la puerta! Llama a un amigo. Lávate las manos. Los informes dicen que un caudado hipoactivo puede estar asociado a trastornos mentales, como la depresión y el trastorno por déficit de atención.
Los Neurotransmisores, como la dopamina del lobulo frontal, son responsables de las tareas diarias de nuestro cerebro o funciones ejecutivas, como la resolución de problemas, la toma de decisiones, el juicio, la memoria y el control de los impulsos. Este neurotransmisor también nos ayuda a sentirnos felices y motivados. Sin embargo, la producción de estas sustancias químicas cerebrales a veces puede estar desequilibrada en la vía neuronal en una persona adulta con TDAH, lo que da lugar a los síntomas típicos que solemos experimentar. También pueden ser los culpables de nuestra búsqueda de afición por la novedad y de comportamientos impulsivos de compra😅.
Éstas son sólo algunas de las diferencias más notables en la estructura y función cerebral de las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en comparación con los individuos neurotípicos. Es importante recordar que no todas las personas con TDAH experimentarán todos estos síntomas ni los tendrán en la misma intensidad. También es posible que algunas personas con TDAH sólo experimenten algunos de estos síntomas, mientras que otras podrían no experimentarlos todos.
Ahora que tenemos una breve información sobre las diferentes redes cerebrales, la química cerebral y las estructuras cerebrales de un cerebro con TDAH, hablemos de lo que podemos hacer para apoyar a las personas con un diagnóstico de TDAH.
En primer lugar, te preguntarás: ¿qué aporta comprender las diferencias entre el cerebro TDAH y el cerebro neurotípico? ¿Cómo puede ayudarme realmente a manejar mi condición🤔?
Bueno, puede ayudarte a aceptar que el TDAH NO es culpa tuya. Como has adquirido los conocimientos sobre el cerebro del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, ahora puedes estar tranquilo de que tus síntomas, como tu falta de control de los impulsos y tu dificultad para mantener la atención, NUNCA son intencionados😉. Con esta conciencia, puedes estar preparado para aceptar tu condición y trabajar plenamente con ella.
Entonces, ¿cómo lidiar con un cerebro con TDAH?
Aparte de tener el diagnóstico oficial de TDAH de un profesional de la salud mental 👩⚕️ , es posible que desees buscar las pequeñas cosas diarias que puedes hacer para manejar tus síntomas. Algunas personas con TDAH pueden pasar por alto cosas como los sistemas de recompensa y las motivaciones, lo cual es triste porque pueden ayudarte a hacer las paces con tus luchas contra el TDAH.
En comparación con los neurotípicos, el cerebro de una persona con TDAH necesita un entorno más estimulante. Podemos hacer mucho más cuando nos interesa lo que tenemos entre manos👌.
Alguna vez te has preguntado por qué nos cuesta hacer las tareas rutinarias? Puede deberse al bajo nivel de dopamina que produce nuestro cerebro cuando estamos aburridos. Podemos superarlo "manipulando" la química de nuestro cerebro. Las recompensas, el reconocimiento y la sensación de logro pueden aumentar el nivel de dopamina en nuestro cerebro, lo que nos ayuda a sentirnos bien con nosotros mismos y nos anima a hacer más.
Habrá momentos en los que nos veremos sometidos a situaciones difíciles. Por muy importante que sea nuestra maduración cerebral, cuando nos enfrentamos a conflictos o confrontaciones, podemos tener dificultades para manejar nuestras emociones y tener arrebatos de ira o tristeza😭.
Es entonces cuando necesitamos dar un paso atrás y, tal vez, tener una visión diferente de las cosas. Tal vez hacer algunos ejercicios de respiración profunda hasta que nos calmemos. Tenemos que entender que nuestro cerebro está conectado de forma diferente y que no debemos ser demasiado duros con nosotros mismos cuando no conseguimos regular nuestras emociones a la perfección.
Una de las cosas más difíciles para muchas personas con TDAH es no tener suficiente control de los impulsos. Cuando nuestro córtex frontal parece tener mucha hiperactividad y nos obliga a hacer cosas por capricho, tenemos que tener siempre presente que es nuestra responsabilidad asegurarnos de no actuar siguiendo esos impulsos. Podemos hacerlo siendo más conscientes de las cosas que decimos y hacemos, intentando pensar siempre antes de actuar y siendo más pacientes con nosotros mismos.
Aunque pueda haber diferencias de volumen entre un cerebro neurotípico y un cerebro con TDAH, tener un diagnóstico de TDAH no debería desanimarnos a hacer más.
Deberíamos utilizar esto como una ventaja y trabajar continuamente en formas de mejorar la calidad de nuestras vidas. Estamos diseñados para ser individuos más creativos y únicos😘. Esto también se aplica a otros problemas de salud. Hay diferencias en nuestros cerebros que debemos aceptar y con las que debemos aprender a trabajar para ser la mejor versión de nosotros mismos.
Otras personas pueden decirnos que la maduración y el desarrollo cerebral de algunas personas con TDAH pueden ser diferentes de otros cerebros neurotípicos. Eso puede ser cierto, como sugieren las investigaciones, pero eso no debe impedirnos trabajar continuamente en nuestros objetivos y sueños. Somos más que nuestro diagnóstico de TDAH. Sólo tenemos que encontrar formas de trabajar con nuestro cerebro para gestionar bien nuestros síntomas. Entender todo lo que hay sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad puede ayudarte a gestionarlo de una forma más eficaz.
Hay varios estudios que sugieren que un cerebro con TDAH tiene algunas diferencias cuando se compara con el cerebro de alguien que no tiene esta condición neurodivergente.
Tres de las diferencias notables son las siguientes: Un cerebro con TDAH puede tener una corteza prefrontal más débil, un caudado hipoactivo (una parte de los ganglios basales) y niveles más bajos del neurotransmisor dopamina.
En primer lugar, un córtex prefrontal más débil (que se encuentra en el lóbulo frontal) puede afectar a las funciones ejecutivas, que incluyen la memoria a corto plazo, la planificación, la toma de decisiones y las emociones. Como sabemos, muchas personas con TDAH tienen algunos problemas en sus funciones ejecutivas. Un caudado hipoactivo parece estar asociado al TDAH. Y los niveles bajos de dopamina parecen contribuir a nuestra afición por la novedad y los comportamientos impulsivos.