La semana pasada, estaba intentando hacer fotografía. Dos semanas antes, tenía ganas de intentar aprender a montar en monopatín. 🛹 Hoy, quiero tocar el piano porque vi a alguien tocando muy bien en el metro. La idea de aprender a tocar me intrigaba. 🎹 Inmediatamente investigué sobre el tema, busqué una venta de instrumentos musicales cerca y tenía muchas ganas de empezar a concentrarme en cómo tocar la pieza que encontré.
Estas nuevas ideas y deseos que corren por mi mente a veces son dudosos: en el fondo de mi corazón, sé que cuando encuentro una lucha, o empiezo a dominar el oficio, hay una gran posibilidad de que abandone. 🥺
Perder el interés es uno de los síntomas que experimentan las personas con TDAH. El cerebro de un adulto con TDAH tiende a sentir curiosidad por hacer algo en un momento dado, pero poco a poco va perdiendo el interés por ello. La concentración y la energía que había antes simplemente ya no están presentes.
Las dificultades que he sentido después de retomar por enésima vez una tarea concreta como nuevo pasatiempo me han afectado mucho. El estrés y la ansiedad de ser incapaz de quedarme haciendo una tarea definida y agradable producen un montón de preguntas dentro de mi cabeza.
Fue entonces cuando decidí ser más consciente de mis luchas.
Estas preocupaciones, junto con otros rasgos que experimentaba, hicieron que me decidiera a que un profesional de la salud mental comprobara mi bienestar mental. 👩⚕️ Al principio, tenía mis dudas, pero sabía que este paso podría ayudarme a ser más consciente y a entender mejor mi comportamiento.
Todo cobró sentido cuando mi médico me explicó que tengo TDAH y que sus síntomas pueden afectar a mi atención y concentración. El cerebro de una persona con TDAH es muy diferente del de una persona neurotípica. Intentar concentrarse en una tarea concreta suele ser más difícil para las personas con TDAH. Esto se debe a que nuestros cerebros están conectados de forma diferente.
Comprenderás mejor tu situación cuando finalmente recibas un diagnóstico de TDAH. Después de saber más sobre ello, podrás resolver más problemas y relacionarte con otras personas que también tienen TDAH 😉 Entenderás mejor tu condición cuando sepas qué es lo que desencadena tu curiosidad y por qué tu atención se va a otra parte después de hacer esa tarea específica.
Después de recibir mi diagnóstico de TDAH, recordé todas las herramientas y equipos que compré para hacer un pasatiempo específico y por qué no tenía éxito en aprenderlos.
Por aquel entonces, fui demasiado dura conmigo misma, sin saber que desinteresarse con facilidad o perder el control de los progresos puede ser uno de los muchos rasgos del TDAH, ya que esta afección puede afectar a la capacidad de concentración de una persona.
Pero tras el diagnóstico y algunas sesiones con mi terapeuta, recuperé el control que había perdido. 💪 Me di cuenta de que está bien no saberlo todo y no ser bueno en nada. Los años de sentimientos intranquilos empezaron a tener sentido.
Cuando era más joven, empecé a dudar de mis habilidades y conocimientos, lo que me hacía sentir frustrada por el éxito que parecía tan esquivo. Manifestaba demasiadas emociones porque luchaba en mi vida, especialmente durante mis estudios. En una época, me sentía entusiasmada por ir a la universidad, pero luego me aburría y olvidaba rápidamente las cosas que tenía que lograr.
Además, mi interés por mantener la concentración en mi curso inicial en la universidad había disminuido debido al exceso de información y a las dificultades para gestionar mi tiempo. Pensé que me interesaba obtener un título en artes, sólo para descubrir que había perdido la motivación que necesitaba, así que me cambié a otro programa.
Ahora comprendía por qué me costaba mantener el equilibrio en mi vida tras varios años de estudio y muchos cambios de carrera. Como no era consciente de tener un trastorno neurodivergente, me echaba la culpa de todas las dificultades que tenía.
Ahora, creo que tengo una mejor relación con mi cerebro TDAH.🙌
Una de las partes más complejas de padecer TDAH es perder el interés. Puede ocurrir con una afición que nos apasiona o con una persons a la que queremos mucho. 💏
Claro, puede haber momentos en los que nos sintamos como en la luna por el entusiasmo y la energía que ponemos, pero después de un tiempo, esa sensación se disipará lentamente y será reemplazada por una sensación de vacío. 😔 En definitiva, la sensación de no poder concentrarnos en nada y dejar que la vida simplemente pase de largo es descorazonadora.
Así funciona nuestro cerebro. La lucha por mantener la concentración hace que nos resulte casi imposible asignar y dedicar tiempo a nuestras preciadas aficiones, comprometernos con una relación duradera o tener la motivación necesaria para perseguir nuestros sueños. Y no pasa nada: le puede pasar a casi todo el mundo, incluso a los neurotípicos. Es mucho más esencial que entendamos cómo manejar estas situaciones y que contemos con el apoyo adecuado.
Tomemos mi experiencia como ejemplo. Hubo una vez que he explorado el fandom coreano brevemente 💜 Busqué sobre todo el mundo y memorizado todas sus canciones. Después de bastante tiempo, perdí el interés y perseguí otras cosas. Puedo llevarme muchos buenos recuerdos de mi época como fan del K-Pop. Me hacía sentir feliz y siempre he apreciado los sentimientos que pude desarrollar en aquellos tiempos.
Pero ahora que entiendo mejor mi enfermedad, puedo seguir apreciando sus canciones y ponerlas en bucle, mientras me concentro en otra cosa. Acepté que podía disfrutar de algo durante un rato y luego pasar a lo siguiente sin pensar demasiado.
El TDAH puede tener una participación directa a la hora de perder el interés por una actividad. Estos síntomas no sólo afectan a nuestra concentración, sino también a nuestro interés por hacer algo nuevo. Al comenzar un pasatiempo, nuestro cerebro con TDAH tiende a liberar "dopamina", una hormona de la felicidad. Sin embargo, estas hormonas no duran lo suficiente como para que sigamos dominando nuestro oficio. Una vez que la dopamina desaparece, empezamos a perder el interés.
Otra razón por la que perdemos el interés por las actividades, principalmente las aficiones, es nuestra dificultad para concentrarnos en una tarea concreta. 😭 Una vez que ya hemos probado nuestra "nueva afición", nuestra atención se desplaza a otro lugar. Una vez que perdemos el interés, la atención se desvía a otra parte, y la actividad que estemos realizando se aparta a un lado, con lo que se desvanece.
Distraerse fácilmente con tantas cosas también puede contribuir a que perdamos a menudo los intereses que empezamos a tener. Muchas personas con TDAH tienen problemas de organización debido a que su funcionamiento ejecutivo es más "débil", lo que hace que nos resulte difícil mantener la concentración y no perder de vista lo que se supone que tenemos que hacer.
Existe una estrecha relación entre el TDAH y el interés. A menudo olvidamos que las personas con TDAH son muy creativas. Las áreas de nuestro cerebro responsables de pensar con originalidad y ser creativos suelen estar más activas que las de quienes no tienen TDAH.
Es por esta razón que las personas con TDAH tienden a estar muy interesadas en muchas cosas. Siempre estamos a la búsqueda de experiencias nuevas y emocionantes que puedan darnos el subidón de dopamina que ansiamos. Sin embargo, en el momento en que la sustancia química cerebral empieza a desaparecer y a producir un estado de calma, es cuando a menudo nos damos cuenta de que nuestros intereses son efímeros.
Las aficiones pueden ser temporales para los adultos con TDAH. Debemos comprender que somos propensos a crear nuevos intereses y a perder los antiguos. Lo bueno es que aún podemos encontrar formas de apreciar las cosas que nos gustaban aunque ya no tengamos interés en perseguirlas. 😘
Para algunas personas con TDA/H, perder el interés rápidamente significa desear comenzar algo -un pasatiempo o actividad- y luego abandonarlo después de un tiempo. Esto no sólo puede ser una práctica costosa, sino también frustrante, ya que esencialmente se está poniendo atención y energía en el pasatiempo.
La dificultad para prestar atención y distraerse con facilidad pueden contribuir a perder el interés rápidamente. Asimismo, el subidón de dopamina al comienzo de la actividad se desvanece gradualmente, lo que nos lleva a perder el interés por la afición.
La mejor manera de afrontarlo es aceptar que algunas de las aficiones elegidas pueden no durar para siempre. Atesore los recuerdos y agradezca que en algún momento disfrutó haciéndolas. Probar y equivocarse también puede ayudarle a encontrar esa actividad (o dos) a la que se dedicará durante mucho tiempo.