El TDAH puede manifestarse con diferentes síntomas y afectar a las personas de maneras impredecibles. Si bien la mayoría de estos síntomas son externos, como la hiperactividad, la impulsividad y la incapacidad de prestar atención durante períodos prolongados, también pueden presentarse síntomas internos específicos que causan problemas si no se controlan. Uno de estos síntomas internos es el efecto del TDAH en los patrones de alimentación y en la forma en que el cuerpo gestiona las señales de hambre.
Es cierto que nuestra relación con la comida puede ser complicada a veces, sobre todo cuando nos sentimos mal físicamente o estamos bajo algún tipo de estrés emocional. 😭 Pero, cuando se tiene TDAH, esta relación complicada puede darse en parte o totalmente debido a la propia afeccion.
Tener problemas en los hábitos alimentarios, después de todo, puede atribuirse a diferentes rasgos del TDAH, que analizaremos con más detalle en los próximos apartados. Algunas personas con TDAH también pueden tener una alta probabilidad de tener conductas alimentarias negativas. Cuando no se manejan bien, estas conductas negativas pueden llevar a una relación más complicada con la comida, conocida como Alimentación Desordenada.
Pero antes de llegar a los efectos extremos de tener TDAH y Comportamientos Alimentarios Desordenados, es mejor saber por qué tenemos unas papilas gustativas tan intrincadas. Y lo que es más importante, ¿cómo puede el TDAH afectar directamente a nuestros hábitos alimentarios?
Cuando un cerebro con TDAH se concentra tanto en una tarea, puede ignorar fácilmente las señales de su cuerpo, como la necesidad de ir al baño, dar un paseo corto o hacer algunos estiramientos. A veces, incluso pueden ignorar el hambre 🤤 o su hora de comida programada.
El cerebro "hiperconcentrado" del TDAH puede hacer caso omiso de estas señales y seguir trabajando durante períodos prolongados sin tomarse un descanso. Las señales internas de nuestro cuerpo, como el rugido del estómago, pueden pasarse por alto fácilmente porque estamos profundamente concentrados en la tarea. Algunas personas con TDAH tienden a ignorar el hambre de productividad para terminar cualquier tarea en la que estén trabajando porque piensan que pueden olvidarse o perder la motivación si rompen la racha.
Ahora, escucha esto: cuando finalmente reconocemos la señal del cuerpo (hambre) después de desatenderla durante mucho tiempo, podríamos compensarlo comiendo en exceso. 🥗🍲🥘
Según los estudios, esta práctica puede ser menos beneficiosa para nuestra salud, ya que los adultos con TDAH tienden a desear alimentos con alto contenido en grasa o azúcar. Este tipo de alimentos pueden provocar sensación de somnolencia, 😴 dificultando la concentración y siendo contraproducente.
Estos casos pueden derivar en diferentes dolencias relacionadas con el estómago si se hace con regularidad o frecuencia. No sólo eso, sino que también puede afectar a nuestra nutrición en general. No comer a tiempo también puede hacer que nuestro cuerpo reaccione negativamente y desencadene enfermedades relacionadas con la digestión, como úlceras, hiperacidez, estreñimiento, etc.
Alguna vez te has deleitado con la presentación de algún alimento que te ha hecho desear inmediatamente probar el producto? 🤤 Los cerebros con TDAH pueden experimentar esto a menudo. Esto puede deberse a la impulsividad que puede hacernos comprar la comida porque la forma en que está presentada o envasada es atractiva o nos hace agua la boca. Aunque no tengamos hambre, es posible que lo compremos y nos lo comamos. Por lo tanto, la impulsividad de nuestro cerebro con TDAH puede llevarnos a elegir alimentos poco saludables, lo que puede afectar a nuestra salud y bienestar a largo plazo.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad a veces interfiere en la forma en que decidimos lo que queremos comer, especialmente cuando vemos algún anuncio en Internet de alguna comida deliciosamente preparada. En el momento en que vemos algo que parece delicioso, es posible que lo compremos inmediatamente sin pensarlo dos veces.
La dopamina es una "pastilla de la felicidad" que podemos encontrar en nuestro cerebro. Esta sustancia química es una de las responsables de que nos sintamos bien y motivados. Asimismo, es el neurotransmisor que libera nuestro cerebro cuando hacemos algo que nos gusta o conseguimos nuestros objetivos.
Pero, oiga esto: la dopamina también es uno de los principales neurotransmisores asociados a las personas con TDAH. Los informes dicen que los adultos con TDAH suelen tener niveles bajos de dopamina.
Ahora bien, ¿cuál es la relación entre la dopamina y los alimentos? Al parecer, hay algunas formas de "aumentar" nuestros niveles de dopamina, y estas formas podrían influir en nuestra ingesta de alimentos.
Por ejemplo, el ejercicio puede darnos una sensación de logro que puede desencadenar la liberación de dopamina. La cuestión es que el ejercicio puede hacernos sentir hambre o ansias de comer. Así que, la próxima vez que veas a alguien con TDAH haciendo ejercicio (con la esperanza de sentirse bien después), no te sorprendas si come mucho después de terminar su entrenamiento.
Aparte de esto, la comida parece tener una interacción directa con nuestra producción de dopamina. Cuando se nos antojan y comemos los alimentos que deseamos, tendemos a estar enérgicos y animados debido al golpe de dopamina que adquirimos al consumirlos. Además, comer algunos alimentos, como el chocolate negro, también puede desencadenar la liberación de dopamina.
Sin embargo, algunos alimentos contienen sustancias que pueden tener un efecto contrario en nuestros cerebros con TDAH. Este tipo de alimentos a veces pueden alterar nuestros niveles de dopamina y desencadenar sentimientos desagradables. Como resultado, podemos volvernos más hiperactivos, desconcentrados y dispersos cuando consumimos este tipo de alimentos. Ejemplos de este tipo de alimentos son los ricos en grasa y azúcar.
Uno de los síntomas que experimentan ampliamente algunas personas con TDAH es la dificultad para gestionar la función ejecutiva, que implica la gestión de la memoria, la organización y la gestión del tiempo, y otras habilidades cognitivas. Este síntoma les dificulta la creación de horarios y planes. 📝📅
Si unimos este síntoma del TDAH con la falta de memoria del TDAH, existe la posibilidad de que tener un plan de comidas no tenga éxito con un cerebro con TDAH. 😅
Ahora bien, hacer una lista de lo que comeremos en los próximos días ya puede ser todo un reto. Qué más si somos nosotros quienes las prepararemos y cocinaremos los alimentos?
Por eso, a algunas personas con TDAH les resulta más cómodo que otra persona planifique sus comidas. De este modo, pueden tener un plan de comidas ya organizado y preparado. Sólo tienen que seguir el plan de comidas y recalentar los alimentos.
Si esto no es una opción y tendemos a olvidarnos de comer en el horario adecuado, puede ser potencialmente perjudicial para nosotros.
Además de nuestra posible dificultad para preparar planes de comidas, también hay ocasiones en las que tenemos un reloj corporal desajustado que afecta a nuestros patrones de sueño y alimentación. ¿Te pasa que desayunas por la tarde o cenas a altas horas de la madrugada? Al igual que yo, es posible que también tengas comidas a intervalos irregulares porque tu reloj corporal está desajustado a veces.
Otro factor relacionado con el TDAH que puede afectar a nuestros hábitos alimentarios es la medicación. Algunos medicamentos para el TDAH pueden hacernos comer mucho, mientras que otros pueden suprimir nuestro apetito. Ésta podría ser una de las razones por las que algunas personas con TDAH pierden peso mientras que otras lo ganan. Lo mejor sería que hablaras con tu médico sobre esto para que pueda ajustar adecuadamente tu medicación.
Muchos de los síntomas del TDAH pueden controlarse tomando medicamentos. Sin embargo, estos medicamentos pueden alterar nuestra dieta y nuestro apetito. Cuando el efecto de estos medicamentos desaparece, se pueden sentir los factores de riesgo de experimentar diferencias en nuestros comportamientos alimentarios. Incluso puede hacer que perdamos el autocontrol y comamos en exceso.
Tratar el TDAH y, al mismo tiempo, lidiar con nuestros males de apetito, puede ser un reto considerable. Lo mejor es hablar con tu experto en salud mental y dietista de confianza para tratar adecuadamente tanto el TDAH como la posibilidad de padecer un trastorno alimentario.
Una cosa que puede ser cierta para nuestro tiempo en este momento es que tendemos a ser más conscientes de cómo nos vemos porque la sociedad puede dictar lo que es la norma y lo que no lo es. Es difícil encajar en lo que es "popular" y "normal".
Para algunas personas con TDAH, esto puede ser un desafío desalentador debido a la sensación posiblemente ya existente de no ser lo suficientemente buenos o de sentirse diferentes. Es posible que seamos tan conscientes de nuestro aspecto que esto afecte a nuestra forma de pensar.
Cuando la alimentación desordenada y nuestra percepción de lo que la sociedad piensa de nosotros se mezclan dentro de nuestro cerebro, el efecto puede ser bastante negativo para nosotros. Por lo general, los síntomas del trastorno alimentario comienzan con la forma en que nos vemos a nosotros mismos encajando dentro de las normas de la sociedad.
Hay muchas conductas alimentarias desordenadas que pueden experimentar algunas personas con TDAH. He aquí algunos de ellos y una definición rápida de cada uno:
Es fundamental conocer estos temas para saber cómo controlar nuestros hábitos alimentarios y recordar que debemos consultar a un profesional si experimentamos algún comportamiento alimentario anormal.
El TDAH puede tener una participación directa e indirecta en nuestros hábitos alimentarios. Lo mejor sería estar constantemente atentos a los cambios en nuestra dieta y patrones alimentarios y mantener una comunicación abierta con nuestro médico o experto en salud mental de confianza. Los síntomas del TDAH deben controlarse bien para evitar que se produzcan más complicaciones, especialmente cuando se trata de nuestro comportamiento alimentario.
Los trastornos alimentarios son enfermedades graves que las personas con TDAH no deben tomarse a la ligera. Lo mejor sería contar con ayuda profesional en caso de padecerlos. Por último, es esencial ser conscientes de cómo nos vemos a nosotros mismos porque puede afectar a nuestros hábitos alimentarios. Sé que el TDAH puede afectar significativamente a nuestra autoestima, pero no dejemos que la percepción de la sociedad determine cómo nos vemos a nosotros mismos tanto como podamos.
No, tener TDAH no conduce automáticamente a padecer trastornos alimentarios. Sin embargo, algunos síntomas del TDA/H pueden contribuir a conductas alimentarias negativas que, cuando no se manejan, pueden llevar a una alimentación desordenada.
Varios rasgos del TDA/H pueden contribuir al desarrollo de conductas alimentarias negativas o trastornos alimentarios. Por ejemplo, ser olvidadizo y tener dificultades en las funciones ejecutivas puede llevar a desafíos en la planificación y preparación de las comidas. La impulsividad puede hacer que compremos alimentos sin pensarlo dos veces. Y unos niveles bajos de dopamina pueden desencadenar sentimientos desagradables que afecten a nuestros hábitos alimentarios.
Sí, es posible. Por lo tanto, si cree que sus medicamentos influyen negativamente en su conducta alimentaria, póngase en contacto con un profesional sanitario.