Cuando estoy ocioso y no tengo nada más que hacer, o tengo que pensar bien y concentrarme en una tarea que me parece aburrida, lo más probable es que me veas masticando el bolígrafo (cuando lo tengo en la mano) ✏️or tarareando el último anuncio de la tele que he visto hace unas horas (puede ser ese jingle pegadizo de los 80 que me lleva rondando la cabeza todo el día). No suelo darme cuenta de que estoy en medio de una conducta autoestimulante, pero cuando lo hago, me doy cuenta de que lo hago para calmarme o para centrar mis pensamientos 💭.
La estimulación se asocia a menudo con el Trastorno del Espectro Autista (TEA). Puede ser una de las técnicas de relajación que realizan para aliviar el estrés, distraerse de sus situaciones actuales o calmarse para no sentirse abrumados. Sin embargo, según informes recientes, algunas personas con TDAH también tienden a realizar estas conductas autocalmantes. Aunque las diferencias cerebrales 🧠 entre estos dos trastornos neurodivergentes son bastante pronunciadas, ambos grupos tienen dificultades con el funcionamiento ejecutivo. Esto puede incluir dificultades para concentrarse, regular las emociones y controlar los comportamientos impulsivos.
Pero, ¿por qué estimulan algunas personas con TDAH? ¿Nos causan daño o autolesiones estos movimientos repetitivos? ¿O la estimulación interfiere en nuestra forma de pensar y funcionar? ¿Qué conductas de estimulación tendemos a hacer las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)? Intentemos saber más sobre estas conductas autoestimulatorias 🤔.
La estimulación, o conducta autoestimulatoria, es un movimiento o ruido que un individuo hace repetidamente y que parece no tener ningún propósito. A menudo se hace en respuesta a ciertos estímulos o simplemente como una forma de aliviar el aburrimiento o el estrés 😫. También puede desencadenarse por una sobrecarga sensorial o por sentirse poco estimulado. Cuando estimulamos, parece como si nuestro cerebro intentara calmarse liberando alguna tensión interna.
Algunas personas con TDAH realizan conductas de estimulación como a menudo las diagnosticadas con Trastorno del Espectro Autista. Estos comportamientos o impulsos pueden ser tan simples como rebotar excesivamente las piernas 🦵, batir las manos, chasquear los dedos o hacer sonidos repetitivos. A veces, se puede llegar al extremo de morderse las uñas o despellejarse para autocalmarse. Cuando estas actividades se utilizan para algo más que autoestimularse y ya te causan daño a ti y a las personas que te rodean, puede considerarse una conducta destructiva 😭.
Pero, la mayoría de las veces, las conductas estimulantes del TDAH pueden ser una forma sencilla de mejorar la concentración, tranquilizarnos en un entorno desconocido o desagradable, o aliviar el aburrimiento. Estas actividades ayudan a redirigir la energía y los impulsos negativos de forma más positiva. Lo importante cuando se trata de estas conductas estimulantes es la autoconciencia: conocer las conductas estimulantes desencadenantes que pueden perjudicarnos. De este modo, podemos gestionar y afrontar mejor estas conductas 👌.
Una persona con TDAH estimula tanto como aquellas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) - es una posibilidad. Sin embargo, el comportamiento de estimulación sigue siendo único para cada persona, incluso si los trastornos del desarrollo comparten algunas cosas en común. Estos son algunos de los comportamientos de estimulación que podemos hacer a menudo como alguien con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad:
Una de las conductas autoestimulatorias más comunes, la estimulación oral, puede caracterizarse por morder repetidamente cualquier cosa (como en cualquier cosa) que pueda caber en nuestra boca 😮. Puede ser la manga de nuestra camisa, un mechón de pelo o incluso la piel que rodea nuestras uñas. Masticar cosas no comestibles, como bolígrafos y lápices, también puede formar parte de esta categoría. En los casos más graves, la estimulación oral puede llegar a comer mechones de pelo, lo que puede provocar bolas de pelo llamadas tricofagia.
Cotorras, murmuradores y tartamudos, ¡vaya por Dios! Los sonidos o ruidos repetitivos caracterizan la estimulación verbal. Puede consistir en gruñir, chasquear la lengua, silbar o tararear 🎶. Algunas personas con TDAH suelen hacer estimulación vocal cuando están perdidas en sus pensamientos o tratando de concentrarse en algo. Tendemos a hacerlo cuando tenemos problemas con nuestros síntomas de TDAH, sobre todo mientras hacemos tareas repetitivas durante largos periodos. Repito sonidos o palabras en mi cabeza para calmar mi ansiedad.
Nuestro autocontrol para ordenar las cosas de forma perfectamente simétrica suele ponerse a prueba cuando estimulamos. Esto puede hacerse alineando coches de juguete o libros en una estantería, doblando y volviendo a doblar la ropa u organizando todo en nuestras mochilas 🎒. También nos gusta hacerlo trazando los patrones de una alfombra o mirando fijamente objetos en movimiento. Los desencadenantes comunes de la estimulación visual son los patrones, la simetría y los colores brillantes.
Entre los comportamientos de estimulación auditiva más comunes se incluye escuchar música u otros sonidos a un volumen alto para bloquear los estímulos externos. Algunos repiten palabras, imitan los sonidos de su entorno o tararean para sí mismos. A menudo lo hacemos cuando necesitamos concentrarnos en algo o para aliviar el aburrimiento. Escuchar música es una de las mejores conductas estimulantes para muchas personas con TDAH porque puede ayudarnos a concentrarnos y relajarnos simultáneamente 📻.
Este comportamiento de autoestimulación se centra en nuestro equilibrio y habilidades motoras. A veces, al caminar, nos ponemos de puntillas o mantenemos los patrones que hacen las líneas o formas del suelo 🚶. También nos gusta balancear los brazos al andar o girar en círculos. Estas conductas de estimulación nos ayudan a centrarnos en la tarea y a calmar nuestra ansiedad mientras exhibimos nuestros rasgos hiperactivos del TDAH.
Cuando alguien desencadena la autoestimulación olfateando u oliendo algo, probablemente tenga un estímulo olfativo. Algunas personas con TDAH suelen hacerlo olfateando objetos de olor fuerte 💐 u oliendo repetidamente sus propias manos o ropa. Su estímulo sensorial nasal suele estar aumentado, y tienden a buscar olores fuertes para calmarse.
La estimulación táctil se caracteriza por la necesidad de tocar todo lo que nos rodea. Esto puede hacerse frotando los dedos contra superficies con textura, cepillándose el pelo o la piel compulsivamente o jugueteando con la ropa. El comportamiento autocalmante de tocar cualquier objeto con textura puede darnos una sensación de calma y concentración.
Estos comportamientos de estimulación varían de una persona a otra, y cada comportamiento de estimulación puede o no ser experimentado por todas las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Aunque la estimulación puede realizarse por diferentes motivos y puede tener otros efectos, el objetivo común es proporcionar autocalma y concentración.
Las conductas estimulantes tienen como objetivo relajar, dar concentración o energía, o proporcionar una sensación de control. El comportamiento repetitivo y autoestimulante que realizamos a menudo se considera desfavorable porque la estimulación puede ser perturbadora, intensa y aparentemente fuera de control 😞. Cuando alguien con TDAH se estimula, puede ser percibido como desinteresado, distante o irrespetuoso. Otros pueden encontrar nuestra estimulación TDAH molesta porque puede ser repetitiva y distraer.
Cuando no logramos controlar la estimulación, ésta puede afectar a las personas que nos rodean. Golpearnos los dedos ruidosamente o hacer rebotar las piernas con frecuencia puede molestar a las personas que se sientan a nuestro lado. En otros casos, puede hacernos parecer poco profesionales o infantiles 😥. Por eso es esencial comprender mejor nuestra estimulación por TDAH y aprender a controlar los comportamientos estimulantes cuando sea necesario.
La estimulación se asocia más comúnmente a las personas con Trastorno del Espectro Autista, pero los informes dicen que algunas personas con TDAH también estimulan.
El objetivo principal de la estimulación es tranquilizarse, generalmente cuando una persona es incapaz de controlar sus síntomas, se enfrenta a un escenario estresante o desconocido, o debe concentrarse. Sin embargo, algunas conductas de estimulación -cuando se realizan en exceso- pueden ser destructivas y perjudiciales.
Los movimientos repetitivos pueden ser vistos por los demás como un signo de desinterés o falta de respeto. Además, pueden resultar molestos cuando otras personas también necesitan concentrarse. Por eso, a algunas personas les resulta molesto que una persona se estimule.