Muchas personas carecen de acceso a una atención de salud mental adecuada, lo que a menudo puede provocar que no sean diagnosticadas y, posteriormente, no reciban el tratamiento que necesitan. También hay ocasiones en las que no se tiene en cuenta nuestra condición mental porque pensamos que nuestros pensamientos y luchas son solo producto de nuestro cerebro 🧠 y que con el tiempo pasarán. La cuestión es que DEBEMOS dar prioridad a nuestra salud mental porque, al igual que nuestra salud física, tener un buen estado mental es importante para llevar una vida plena.
Ser diagnosticado de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad puede conllevar muchos retos y dificultades. Los síntomas específicos del TDAH pueden interponerse en la productividad o en la consecución de los objetivos 🏆 que nos hayamos marcado. Tener este trastorno del neurodesarrollo también puede afectarnos en la forma en que manejamos nuestra vida en el día a día, sobre todo haciéndonos sentir abrumados, frustrados e incluso perdidos. Y estas cosas pueden ser sólo el caso del TDAH. ¿Qué ocurre si, además del TDAH, alguien padece otras enfermedades, como trastornos de ansiedad, trastornos del estado de ánimo o depresión?
Hay que tener en cuenta muchas cosas antes de ir al médico y recibir un diagnóstico oficial. Normalmente, hay que prepararse 🙋♀️ (por suerte, si tu país es muy generoso, no tendrás que preocuparte por tu economía) antes de hablar con un profesional sanitario.
En la actualidad, los estudios sobre el TDAH siguen su curso; al fin y al cabo, este trastorno neurodivergente no recibió la atención del público hasta hace pocos años. Había recorrido un largo camino desde su descubrimiento en 1902, cuando un físico británico observó por primera vez varios síntomas de TDAH en niños pequeños 🧒. Más de un siglo después, ahora tenemos investigaciones sobre los síntomas de hiperactividad, impulsividad y falta de atención incluso en adultos. No fue hasta 2013 cuando la Asociación Americana de Psiquiatría reconoció oficialmente el TDAH como parte de los trastornos del neurodesarrollo que pueden diagnosticarse en la edad adulta.
Y dado que el TDAH apenas está recibiendo la atención 💡 que debería tener hace unas décadas, puede haber recursos limitados sobre cómo diagnosticar el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. En el momento de escribir estas líneas, no existe una única prueba de TDAH que pueda dar un diagnóstico preciso a un individuo.
Un profesional de la salud mental 🧑⚕️ utiliza escalas estandarizadas de calificación de la conducta o listas de comprobación de los síntomas del TDAH que preguntan sobre los posibles síntomas presentes, su historial médico familiar y un montón de otras cosas que pueden considerar relacionadas con el diagnóstico del TDAH.
Puede ser una píldora difícil de tragar. La forma en que algunos profesionales diagnostican el TDAH puede basarse únicamente en su juicio sobre si ven en ti un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Qué pasa si alguien es demasiado bueno para enmascarar sus síntomas de TDAH 🎭? ¿Y si no hay antecedentes familiares de trastornos mentales? Puede ser bastante peliagudo, y por eso sigue siendo esencial investigar sobre este asunto.
En una ocasión, una persona muy querida me pidió consejo sobre su diagnóstico de TDAH. Les comentó a sus padres y a otros miembros de su familia que posiblemente padecía un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) debido a los síntomas persistentes que suele experimentar. Al principio, sus padres dudaron porque pensaban que el TDAH sólo se suele diagnosticar en niños con comportamiento hiperactivo.
Ella insistía en que los adultos también pueden experimentar los síntomas básicos del TDAH, y que sus síntomas interfieren en su forma de trabajar y le causan problemas en su vida cotidiana. Al final, sus padres accedieron a que consultara a su médico de cabecera 👩⚕️. Aun así, le negaron rotundamente el avance en el diagnóstico porque su médico, que la conocía de siempre, pensaba que era demasiado lista para tener TDAH.
A veces, que te nieguen un diagnóstico de TDAH no significa que las luchas que afectan a tu vida diaria no sean válidas. ¿Y si no es TDAH? Bueno, podría ser un trastorno de ansiedad o un trastorno del estado de ánimo (porque sus síntomas también pueden solaparse), o tal vez necesites una segunda opinión para encontrar el enfoque adecuado que requiere tu diagnóstico de TDAH. Diagnosticar el TDAH a veces puede ser una lucha para los profesionales porque puede depender mucho de su juicio, pero no debería ser una razón para rendirse.
Para tener un diagnóstico preciso del TDAH (y de otros trastornos mentales), la Asociación Americana de Psiquiatría publicó el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales 📙, comúnmente conocido como DSM. Este documento lo utilizan los médicos o proveedores de atención primaria para evaluar a una persona según los criterios diagnósticos de un determinado trastorno mental. La versión más reciente del DSM es la DSM-5, que se publicó en el año 2013. En ella se diferencian tres tipos de TDAH: el tipo predominantemente hiperactivo-impulsivo, el tipo predominantemente inatento y una mezcla de ambos subtipos.
Los profesionales de la salud utilizan el DSM-V como guía para dar un diagnóstico preciso del TDAH haciendo una serie de preguntas ❓ a alguien que sospecha de su salud mental. A menudo, se plantean cuestiones relacionadas con los síntomas del TDAH, como distraerse con facilidad, cometer errores por descuido o si prefiere realizar actividades de ocio en silencio en lugar de participar en reuniones sociales. Lo mejor es responder a estas preguntas con la mayor precisión y sinceridad posibles, ya que así el profesional sanitario comprenderá cómo afectan sus síntomas a su vida diaria.
Estos criterios de diagnóstico pueden determinar si sus síntomas, y la lucha que conllevan, cumplen los requisitos para un diagnóstico de TDAH. Es esencial que sepas que el hecho de que no tengas todos los síntomas del TDAH no significa que no se te pueda diagnosticar este trastorno neurodivergente. Y sólo porque los síntomas del TDAH estén presentes en ti y en tu historia familiar, no garantiza un diagnóstico automático de TDAH👌.
Aunque haya una inquietud extrema o alguien cometa siempre errores por descuido, eso no significa que la persona tenga Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Cuando se habla del diagnóstico del TDAH, hay otros criterios que deben cumplirse aparte de los síntomas del TDAH que solemos experimentar todo el tiempo.
Los médicos necesitan ver seis o más síntomas 6️⃣ en un niño para que le diagnostiquen TDAH. Eso significa que un niño debe presentar seis comportamientos de hiperactividad-impulsividad o seis rasgos de TDAH de falta de atención. Si ambas categorías reunieran al menos seis síntomas, se le podría diagnosticar un tipo combinado de TDAH. El TDAH del adulto, en cambio, sólo necesita cinco síntomas ✋ que puedan afectar negativamente a su vida para ser diagnosticado.
Incluso si ha marcado suficientes síntomas para el diagnóstico de TDAH, es necesario que haya un deterioro significativo traído por estos síntomas para que se considere TDAH. Si no son perturbadores, es posible que lo que estés atravesando sea sólo una fase. Los síntomas del TDAH deben haberse manifestado durante más de seis meses, tengas la edad que tengas. Sin embargo, las luchas contra el TDAH en la adolescencia o en la edad adulta deben haber ocurrido antes de los doce años.
Los síntomas deben afectar a tu funcionamiento en distintos aspectos de tu vida. En otras palabras, estos síntomas deben alterar tus posibilidades de funcionar bien. Por ejemplo, que hayas desarrollado dificultades de aprendizaje. A veces, los adultos con TDAH pueden sufrir trastornos del sueño debido a sus pensamientos acelerados. Para que te diagnostiquen TDAH, estas dificultades tienen que afectar sustancialmente a dos o más ámbitos, como el hogar 🏡, la escuela 🏫, el trabajo o incluso la comunidad.
Dado que un profesional de la salud a veces puede pasar por alto el TDAH por muchas razones, es igualmente esencial poner de nuestra parte para mejorar los síntomas del TDAH abordándolos de frente. Un autodiagnóstico del TDAH es una forma de hacerlo; puede darle ideas sobre cómo manejar mejor sus síntomas.
El autodiagnóstico es un cuestionario 📜 que debes responder con la mayor precisión y veracidad posibles. Estos formularios suelen complementar a tu médico con la información correcta que tiendes a olvidar durante el diagnóstico. Por ejemplo, nuestra Guía de Autoevaluación del TDAH habla de la experiencia de una persona con respecto a sus síntomas.
Utilizar algunas herramientas para el TDAH puede facilitar el proceso de abordar y tratar el TDAH. Además, puede dar la información tan necesaria a su médico para su posible diagnóstico de TDAH. Para obtener más información sobre las herramientas para el TDAH, puede visitar este artículo.
Como en otras enfermedades, buscar ayuda profesional 🧑⚕️ es la mejor manera de diagnosticar y tratar el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Y puesto que estamos hablando de obtener un diagnóstico adecuado del TDAH por parte de un profesional certificado, muchos se sienten confusos en cuanto a dónde deben acudir para que les diagnostiquen y tratar los síntomas del TDAH.
Dependiendo del país, muchos adultos acuden primero a un médico de cabecera para una evaluación inicial. Después, el médico de cabecera 🩺 le derivará a un especialista en TDAH si necesita una evaluación y tratamiento más exhaustivos. En EE.UU., muchas compañías de seguros exigen una derivación para consultar a un especialista en TDAH.
También hay países en los que las personas pueden dirigirse directamente a un especialista en TDAH. Estos médicos pueden estar especializados en otras áreas, pero tienen los conocimientos necesarios para llevar a cabo un diagnóstico de TDAH. Suelen formar parte de un equipo multidisciplinar que ayudará a abordar el TDAH en diferentes aspectos. Dependiendo de sus necesidades y del enfoque de su país para tratar las enfermedades mentales, puede dirigirse a un psicólogo, psiquiatra, psicometrista o médico general.
Te ayuda a recibir el apoyo y el tratamiento adecuados. Un diagnóstico significa que tu médico puede recetarte medicamentos y remitirte a servicios de apoyo locales, como terapias de grupo o sesiones individuales de coaching, en las que puedes trabajar técnicas específicas que te ayuden a controlar tu trastorno y, con suerte, a mejorar tus síntomas con el tiempo.
El TDAH lo diagnostica un médico. El proceso de diagnóstico del TDAH puede llevar un tiempo e implica diferentes pasos basados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (5ª Edición). Te reunirás con el médico en la consulta, donde te hará preguntas sobre tus síntomas y cómo afectan a tu vida. También puede preguntarle si hay alguien más en su familia a quien se le haya diagnosticado TDAH o que haya tenido problemas de atención. Es posible que el médico también te pida que realices algunas tareas o pruebas breves para poder hacerse una mejor idea de tu funcionamiento en la escuela o el trabajo, así como en otras áreas de la vida.
Los médicos que pueden diagnosticar el TDAH son psiquiatras y psicólogos, neurólogos y pediatras. Los médicos de familia también pueden diagnosticar el TDAH.