Sabías que las personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad pueden experimentar síntomas de otros trastornos neurodivergentes, lo que dificulta el diagnóstico rápido por parte de los profesionales de la salud mental? 🤔 Este puede ser el caso de personas con otras condiciones de salud mental además del TDAH. De hecho, conozco a muchas personas que han sido diagnosticadas erróneamente de otros trastornos mentales porque también tienen TDAH.
De todas las personas diagnosticadas con TDAH, aproximadamente el 70% tienen trastornos mentales concurrentes, según las últimas investigaciones. Además del TDAH, también pueden tener problemas de aprendizaje, ansiedad, depresión o trastornos de conducta. Según la revisión sistemática y crítica de las comorbilidades experimentadas por las personas con TDAH, dos de las afecciones coexistentes que más se pasan por alto son el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y el Trastorno Obsesivo-Compulsivo.
A veces puede ser difícil imaginar tener TDAH y TOC juntos porque la gente suele estereotipar estos dos trastornos como completamente opuestos. La mayoría de la gente piensa que el TDAH hace que los niños y los adultos sean "caóticos". Por el contrario, la mayoría cree que tener TOC significa que eres demasiado perfeccionista.
Pero, dependiendo de la gravedad de los síntomas, el TDAH y el TOC pueden tener rasgos superpuestos que pueden estar estrictamente conectados. ¿Te preguntas si tienes ambos? Conozcamos más sobre los síntomas parecidos al TDAH o información relacionada sobre el TOC.
Antes de profundizar en la relación entre el TOC y el TDAH, conozcamos mejor el trastorno obsesivo-compulsivo y su clasificación dentro de los trastornos de ansiedad.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos y no deseados que desencadenan sentimientos intensos de angustia o ansiedad. Las personas con TOC también pueden tener comportamientos repetitivos o rituales que denominamos compulsiones para reducir la ansiedad que sienten.
A menudo, el TOC puede afectar a una persona con alta prevalencia y deterioro funcional debido a estas obsesiones y compulsiones. El TOC es un trastorno internalizante trastorno internalizante en el que los síntomas y las acciones no parecen caóticos o perturbadores. En cambio, ocurren principalmente dentro de la persona diagnosticada con la condición.
Las personas con TOC pueden experimentar rasgos obsesivos debido a sus pensamientos no deseados o al miedo. 😨 Por ejemplo, si les angustia tocar superficies sucias o el caos, es posible que limpien constantemente o coloquen las cosas en un orden determinado. También pueden tener compulsiones para reducir la ansiedad que sienten, como acumular cosas innecesarias, lavarse las manos en exceso o comprobar con frecuencia si han cerrado la puerta con llave o no. En general, el TOC conlleva un ciclo aparentemente interminable de pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos.
Saber más sobre los diferentes síntomas del TOC puede ayudarnos a desglosar la enfermedad para comprenderla mejor. El tratamiento del TOC y la comprensión de los sustratos funcionales y microestructurales en el cerebro también pueden proporcionar una mejor perspectiva sobre el manejo y la mejora de la calidad de vida de las personas con TOC.
Entremos en detalle sobre los Pensamientos Obsesivos que una persona puede experimentar tener.
Las personas afectadas por el TOC pueden tener pensamientos intrusivos en la fase inicial del trastorno. Lo más probable es que estos pensamientos sean repetitivos y no deseados en forma de imágenes, impulsos o preocupaciones que la persona no puede controlar. Además, estos pensamientos suelen ser angustiosos y pueden hacer que la persona se sienta incómoda, 😭 especialmente si aún no existen habilidades o mecanismos de afrontamiento para aliviar estos pensamientos.
Por eso el TOC se clasifica dentro de los Trastornos de Ansiedad. Los pensamientos intrusivos suelen estar relacionados con el miedo de la persona y pueden referirse a cualquier cosa que pueda provocarle ansiedad o estrés.
Algunos de los pensamientos que suelen tener las personas con TOC son las ideas sexuales, el miedo a hacerse daño a sí mismo o a los demás, la presencia de contaminación por gérmenes y que les ocurran sucesos dramáticos a sus seres queridos. Las personas con TOC también pueden tener obsesiones religiosas como dudar de su fe o menospreciar sus creencias religiosas. Aunque estos pensamientos no son iguales para todo el mundo, pueden compartir algunas similitudes con otras personas con TOC.
La aparición de estos pensamientos puede ser gradual o repentina, sin previo aviso. Suelen ser recurrentes y tienden a empeorar con el tiempo si no se les presta atención y tratamiento inmediatos.
Es esencial recordar que tener estos pensamientos no significa que la persona vaya a hacerlo en la vida real. Tampoco pueden causar un deterioro funcional una vez concebidos en su cerebro. Simplemente, estos pensamientos pueden ser inquietantes y hacer que la persona se sienta ansiosa y estresada.
Según la Asociación Americana de Psiquiatría, los movimientos o comportamientos repetitivos específicos se realizan para reducir la ansiedad que siente una persona. Estas compulsiones suelen responder a una obsesión y pueden ser excesivas.
Las compulsiones pueden considerarse un trastorno del control de los impulsos en el que una persona tiene dificultades para resistir el impulso de hacer algo que podría ser perjudicial para sí misma o para los demás.
Dado que los Síntomas Obsesivo-Compulsivos son trastornos internalizantes por naturaleza, algunas de las compulsiones comunes que pueden tener las personas con TOC sólo les afectan a ellas. Estas compulsiones pueden ser lavarse las manos en exceso, comprobar si algo está apagado o no varias veces, contar, golpear y tocar. Muchas personas con TOC también pueden tener compulsiones de ordenación en las que deben colocar las cosas de una forma u orden determinados. También pueden tener tendencias de acaparamiento en las que necesitan guardarlo todo para utilizarlo en el futuro.
Según los estudios, las personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) son propensas a la "sobrecarga ejecutiva" 😵, en la que experimentan un "desbordamiento" de pensamientos obsesivos que puede aumentar la actividad cerebral frontoestriatal (sobrecarga ejecutiva), lo que conduce al desarrollo de compulsiones.
Ser obsesivo-compulsivo puede suponer un reto y afectar al bienestar mental y emocional de una persona. Tener pensamientos y comportamientos no deseados que no se pueden evitar a menos que se actúe en consecuencia puede ser realmente agotador. Pero, ¿qué ocurre si estos patrones tan diferentes afectan también a una persona con TDAH?
Según las investigaciones, el TDAH puede considerarse un trastorno externalizante. Esto significa que los síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) también pueden afectar a otras personas.
Pensándolo bien, síntomas del TDAH como la falta de atención, la hiperactividad, la impulsividad y la desregulación emocional pueden afectar negativamente a otras personas. También puede ser un reto para una persona con TDAH tener relaciones sanas y duraderas con los demas.
Pero, la cuestión es que las personas diagnosticadas de TDAH también pueden tener dificultades para tratar el Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Aunque ambas afecciones se encuentran en cierto modo en lados opuestos del espectro, pueden coexistir.
Las personas que se enfrentan a los síntomas repentinos del trastorno de hiperactividad y las obsesiones pueden encontrarlo muy difícil 😔 porque cada afección tiene su propio manejo, y los síntomas de una pueden empeorar los síntomas de la otra.
A veces, los síntomas del TDAH, como ser olvidadizo, puede parecer que no tiene nada que ver con el Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Sin embargo, si miramos más de cerca, los síntomas del TOC pueden hacer que comprobemos los detalles una y otra vez porque hemos olvidado si ya lo hemos realizado o no. El TDAH y el TOC pueden hacer que tengamos dificultades para centrarnos en estos pequeños detalles o, a veces, afectar a nuestra memoria de trabajo, haciéndonos más ansiosos.
Otro ejemplo de cómo se relacionan estos trastornos tiene que ver con el perfeccionismo. El diagnóstico del TOC puede hacernos tener compulsiones para alcanzar la perfección. Por otro lado, las personas con TDAH también pueden ser perfeccionistas debido a su necesidad de estimulación. Necesitan hacer las cosas de forma interesante o se aburrirán rápidamente. Nuestra actividad cerebral puede hacernos hacer cosas en exceso porque necesitamos alcanzar un cierto nivel de perfección, lo que puede ser agotador.
Dado que el TDAH y el TOC pueden coexistir, a veces, los profesionales de la salud mental tienen dificultades para dar un diagnóstico preciso y opciones de tratamiento.👩⚕️ Puede ser difícil precisar si la persona sólo experimenta síntomas de un trastorno o de ambos.
Aunque los profesionales de la salud mental utilizan el Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales para determinar los síntomas de estos trastornos en una persona, puede resultar difícil distinguir uno de otro. Esto se debe a que los síntomas de estos trastornos pueden solaparse. Los síntomas obsesivo-compulsivos pueden enmascararse bajo los síntomas del TDAH, ya que ambos afectan al funcionamiento ejecutivo del cerebro. Estos pueden causar dificultades de cambio cognitivo, inflexibilidad de la memoria de trabajo y comportamiento repetitivo.
Dado que tanto el TOC como el TDAH son trastornos neurodivergentes, existe la posibilidad de un diagnóstico dual de TOC y TDAH erróneo. 🥺 Los diagnósticos de TDAH y TOC se dan a una persona debido a dimensiones de los síntomas que no se ajustan bien a un trastorno específico.
Obtener un diagnóstico preciso para estos trastornos es esencial porque las opciones de tratamiento podrían diferir. Las implicaciones del tratamiento tanto para el TDAH como para el TOC pueden tener un efecto directo entre sí. Por ejemplo, los medicamentos estimulantes que suelen recetarse a las personas con TDAH también pueden desencadenar una mayor gravedad del TOC. Esto se debe a que estos medicamentos pueden aumentar el nivel de dopamina en nuestro cerebro, haciéndonos más hiperactivos, tener dificultades para concentrarnos y ser impulsivos.
Por supuesto, existen otros casos en los que el diagnóstico, el tratamiento y los medicamentos para el TOC empeoran los síntomas del TDAH.
Otros perciben el TOC y el TDAH como opuestos. Pero tanto el TDAH como el TOC pueden afectar a nuestra función ejecutiva, provocándonos dificultades en la inhibición de respuestas, la toma de decisiones, la planificación, el cambio de tareas y la memoria de trabajo. Por eso es vital comprender todas las facetas de la prevalencia del TOC y el TDAH dentro de nuestro cerebro.
Estas son las cosas que puedes tener en cuenta para controlar el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH):
Dos trastornos que pueden parecer exactamente opuestos pueden coexistir. Cuando los síntomas del TDAH, como la hiperactividad y la impulsividad, y los rasgos obsesivo-compulsivos, como tener pensamientos no deseados y compulsiones, están presentes, puede ser difícil de manejar. Pero con la comprensión adecuada, educación y ayuda profesional, puedes aprender a vivir una vida más alegre y manejable. 😘
Mientras que el TDAH se caracteriza por síntomas perturbadores y caóticos de falta de atención, hiperactividad e impulsividad, el TOC es un trastorno internalizante. Esto significa que sus síntomas se limitan al interior de la persona diagnosticada. A menudo, una persona con TOC tiene pensamientos obsesivos que le provocan ansiedad y realiza compulsiones para aliviarla.
Sí, pueden coexistir.
Lo más importante para controlar tanto el TDAH como el TOC es consultar a un profesional de la salud mental. Así podrá recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.