El TDAH puede afectar a la función ejecutiva de nuestro cerebro. La función ejecutiva es responsable de la planificación, la organización y la autorregulación. Esto significa que las personas con TDAH suelen tener dificultades para iniciar tareas, mantenerse en ellas y completarlas.
Aunque todavía hay cosas que gustan y en las que destacan las personas con TDAH, cocinar es una actividad particularmente difícil para mí. La cocina en sí es emocionante, pero hay mucho que preparar antes de empezar. No se trata sólo de organizarse, sino también de las técnicas de preparación para cocinar que me resultan difíciles. Disfruto cocinando y horneando comidas, pero el proceso de prepararlas a veces me produce ansiedad.
¿Has intentado alguna vez ver un programa de cocina o seguir una receta por Internet? Yo he visto vídeos de Youtube sobre cocina y he intentado hacerlo, y admito que intentar cocinar mientras se ve un vídeo es una mala idea. El estrés que sentí fue auténtico, y casi se me quema la olla por culpa de ello. Estaba demasiado absorta en las instrucciones de las "recetas sencillas" como para darme cuenta de que algo se estaba cocinando en el fogón.
Cocinar es un procedimiento de varios pasos, y me cuesta concentrarme en una sola cosa, ya que sólo tenemos una capacidad de atención rápida. Algunas personas con TDAH tienden a realizar numerosas tareas al mismo tiempo, como chatear o escuchar música mientras cocinan. La cuestión es que cuando limitamos nuestra atención a una sola cosa, nos resulta difícil permanecer atentos a todo.
Otra lucha esperada para un cerebro con TDAH es la compra de alimentos e ingredientes. En primer lugar, hacer una lista de la compra y planificarla con antelación es una tarea abrumadora para alguien con TDAH. Parece que no podemos concentrarnos en hacer la lista porque no podemos imaginar lo que vamos a cocinar para la semana. Luego, cuando llegamos a la tienda de comestibles, nuestro cerebro está desorientado. Podemos olvidar lo que estamos buscando o, lo que es peor, podemos comprar cosas que no necesitamos debido a la impulsividad asociada al TDAH. Podemos distraernos fácilmente con otras cosas, y lo que necesitamos a veces puede pasarse por alto y olvidarse por completo.
Nuestra sensibilidad al tiempo también puede afectar a menudo a nuestro interés por hacer la compra. A veces sentimos que ir al mercado a comprar ingredientes alimentarios puede llevarnos mucho tiempo y no merece la pena. Así que, a veces, recurrimos a comprar comida por Internet o a que nos traigan la comida a casa en lugar de salir. Como resultado, nuestra dieta para el TDAH se verá sin duda afectada por ello.
Cuando por fin decidimos salir a hacer la compra, hay muchas cosas que nos irritan sobremanera. Esperar en largas colas, la parálisis por el análisis de los ingredientes, colocar todo en la nevera o en su lugar adecuado después de la compra nos resulta muy abrumador la mayoría de las veces.
Sí, puede que tengamos la energía y el entusiasmo necesarios para cocinar nuestras comidas. Puede que hayamos preparado todo lo demás, la carne, las verduras, la sartén y todo lo demás. Sentimos la diversión de hacer estas comidas y felizmente logramos mantener la concentración para no quemar la casa, e incluso creamos una comida deliciosa que a todos les encantó. Sin embargo, después del proceso de cortar las verduras y preparar los ingredientes, y poner todo junto, así como cocinarlos, el siguiente paso es limpiar.
A veces, cocinar es mi terapia cuando quiero quitarme cosas de la cabeza. Me encanta preparar cenas para todos y elaborar alimentos sanos y deliciosos. Pero cuando pienso en lavar los platos, limpiar la cocina y las ollas que he utilizado, siento que todo es un gran problema después de cocinar, lo que hace que lo posponga y me limite a comprar la comida fuera. La diversión que suelo sentir al cocinar se ve inmediatamente sustituida por la consternación cuando pienso en las tareas que tengo que hacer después de cocinar.
Como a veces las tareas de cocinar pueden resultar abrumadoras, podemos pedir ayuda. Podemos implicar a otras personas en este proceso, como pedir a nuestra pareja que corte los ingredientes y haga algunos preparativos por nosotros, o podemos pedir a nuestros hermanos o amigos que nos ayuden a mezclar todos los ingredientes. Si preparamos una comida para otras personas, resulta aún más útil que también nos ayuden a cocinar. Al implicarles, podemos pasar más tiempo con ellos y hablar de asuntos importantes, o simplemente ponernos al día en la vida. Tendemos a ver la cocina como una tarea desalentadora, pero puede crear esa ventana de oportunidad para estrechar lazos con las personas que nos importan.
Puede que pensemos que cocinar no es realmente una habilidad importante, pero puede reducir nuestra sensación de estrés y ansiedad en la vida al permitirnos ser más productivos y sentirnos bien con nosotros mismos. La sensación que tenemos después de terminar de preparar la comida merece todo el esfuerzo. El duro trabajo de cocinar puede ser una expresión de nuestro amor por los demás, dándonos un sentido de propósito en lo que hacemos.
Cocinar puede ser una experiencia divertida y gratificante para las personas con TDAH. Puede ayudar a controlar las distracciones, mantener la concentración y establecer vínculos con los seres queridos. Si bien al principio puede parecer una tarea desalentadora, las recompensas valen la pena. Con un poco de planificación y preparación, cualquiera puede disfrutar de los beneficios de la cocina.
Hay algunas cosas que puedes hacer para controlar las distracciones mientras cocinas. En primer lugar, intente despejar la mente antes de empezar a cocinar. Esto significa respirar hondo varias veces y concentrarse en la tarea. En segundo lugar, asegúrese de que todos los ingredientes están listos antes de empezar a cocinar. Esto te ayudará a concentrarte en la tarea. Por último, intenta que otra persona participe en el proceso. Esto le ayudará a mantener la concentración y también a estrechar lazos con sus seres queridos.
Algunos consejos para mantener la concentración mientras se cocina incluyen despejar la mente antes de empezar, asegurarse de que todos los ingredientes están listos e involucrar a otra persona en el proceso. Además, intente mantener la cocina limpia mientras cocina. Esto te ayudará a concentrarte en la tarea que tienes entre manos. Por último, no tenga miedo de pedir ayuda si la necesita.
Cocinar puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, a estrechar lazos con los seres queridos y a sentirse motivado. Además, puede ayudar a controlar las distracciones y a mantener la concentración. Cocinar también es una forma estupenda de demostrar amor a los demás.
No, no hace falta ser un buen cocinero para disfrutar de los beneficios de la cocina. Cualquiera puede beneficiarse del acto de cocinar, independientemente de su nivel de habilidad.